Un aniversario para cada pareja.

Algunos son más conocidos que otros, pero a ciencia cierta cada año recibe su propio nombramiento, todos relacionados con diferentes materiales y que van aumentando su dureza y resistencia, por ejemplo el primero es el de papel, al primer lustro se llega a la madera y así sucesivamente, pero hoy vamos a hablar de los más conocidos y que se suelen festejar a lo grande.
Bodas de plata
Las primeras que se empezaron a celebrar y vienen de una tradición medieval que marcaba que al cumplir 25 años de matrimonio el esposo le regala una corona de plata a la esposa.
Bodas de oro
Al igual que las de plata, las bodas de oro, aparte de ser una de las más famosas por enmarcar 50 años de la unión de dos enamorados, se suele festejar con la entrega de una corona de este material para conmemorar tan prestigiosa fecha.
60 años de relación son un logro de casi toda una vida, aunque apenas es la mitad de las celebraciones de las que vamos a hablar y la tradición dicta que se regala una pieza de joyería con un diamante.
Bodas de platino
Las bodas de platino son de las más longevas y alcanzables, se festejan tras 65 años de matrimonio y reciben el nombre de este material no sólo por su belleza en joyería, también por su resistencia.
Bodas de titanio
Si la celebración anterior sonaba como una proeza muy pocas parejas llegan a festejar sus bodas de titanio, como fue el caso de la Reina Isabel II con el Príncipe Felipe de Edimburgo, tras superar los 70 años de casados.
Bodas de mármol
Si la vida le permite a una pareja llegar a su aniversario 75 obtienen un material que por su belleza y resistencia es un favorito para los monumentos y construcciones que perduran al paso del tiempo, el mármol.
Bodas de hueso
Esta última mención va más allá de lo naturalmente posible y se trata de una celebración de un siglo de matrimonio, por eso se le otorga el hueso, representando a los vestigios arqueológicos y su resistencia en las condiciones correctas.
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