Cultura de joyeria.

Cultura de joyeria.
Joyería Cuando hablamos de joyería quizá pensamos en una variedad de accesorios como anillos, pulseras o collares. Tal vez también en momentos que nos transportan a fechas importantes como algún cumpleaños, el día de nuestro compromiso, una graduación o posiblemente una fiesta inolvidable. Probablemente algunos se sientan transportados a la historia de bellos palacios donde princesas y duques bailaban al ritmo de operas de cámara y nos imaginamos paseando por algún lejano país europeo. Éste es el enorme poder que tienen las joyas. Pero, alguna vez nos hemos preguntado: ¿cómo surgió la necesidad del ser humano para embellecer su apariencia? ¿Qué significado tiene colocarnos objetos que brillen y encanten a los demás? Pues todo comienza en la denominada Edad de Piedra. Algunas pinturas rupestres y entierros que los investigadores han encontrado, demuestran que los cazadores y guerreros decoraban su cuerpo con los dientes de los animales que cazaban o incluso de sus enemigos conquistados en alguna batalla; esto lo hacían para demostrar su valentía y triunfo. Además, en África los investigadores han encontrado conchas perforadas que datan de hace más de 70 mil años de antigüedad. Pero el momento decisivo de las joyas se dio hasta que el hombre fue capaz transformar y moldear los metales, principalmente el bronce, el oro y la plata. Cada uno de ellos tiene propiedades específicas que los hacen muy valiosos, de las cuales se destacan su maleabilidad, ductibilidad y brillo. La primera propiedad se refiere a la capacidad del metal para convertirse en láminas delgadas y la segunda a la capacidad para transformarse en alambres o hilos delgados. El brillo dependerá de cuánta luz pueda reflejar cada metal diferente, mientras más puro el metal y/o el mineral mayor su brillo. Después de esto llegan dos corrientes fundamentales para la joyería: el barroco y la era victoriana. En la época del barroco, en Francia, las joyas comienzan a ser sinónimo de poder, suntuosidad y riqueza con el denominado Rey Sol. Hoy en día, varias de esas joyas son sumamente valiosas y se encuentran resguardadas, por lo que sólo se pueden admirar en museos. En la época victoriana ya comenzaban a mejorarse las técnicas de procesamiento de las joyas y como resultado de esto hubo una mayor producción de éstas, por eso se hizo más común que las distintas clases sociales tuvieran una mayor variedad de alhajas tanto en materiales como en colores y formas. Una de las ramas de la joyería es el tratamiento de las gemas, dentro de las que figuran las llamadas piedras preciosas o semipreciosas. Hay una gran variedad de éstas, entre las cuales podemos nombrar: al ámbar, la amatista, la esmeralda, el jade, el cuarzo, el rubí, el zafiro y la turquesa. En la industria dedicada a la extracción y embellecimiento de éstas gemas se llevan a cabo diferentes procesos, entre los cuales se encuentra la realización de cortes específicos a cada pieza para formar joyas que son una obra de arte. Si nosotros contamos con alguna colección de joyas debemos pensar en cómo conservarla siempre a salvo y en buen estado. Algunas opciones son los joyeros, pues algunos de estos contienen distintas cajas con compartimientos separados que pueden ayudar a la clasificación de nuestros anillos, aretes o cualquier otro accesorio. Algunas personas usan bolsos de joyería cuando viajan, los cuales suelen ser discretos, pequeños y prácticos. También podemos enseñar a nuestros pequeños niños y niñas o jóvenes a preservar el legado de las joyas familiares. Existen diversos objetos que sirven para ordenar todos los accesorios que alguien pueda poseer, como árboles fantásticos donde se pueden colgar collares, pulseras e incluso anillos. También se pueden utilizar armarios, cajas o bandejas donde estén a la mano aquellas joyas que se utilicen con más frecuencia. Todos tenemos un accesorio que es nuestro favorito y que combina con casi toda nuestra ropa, o simplemente lo usamos a diario por costumbre y cariño; éstas piezas son las que es conveniente tener más a la mano. Sea cual sea tu opción favorita, lo que debes tener en cuenta es el material con el que está fabricado el contenedor, para que no afecte los metales ni las piedras de tus accesorios. Si tienes preguntas o no sabes qué tipo de joyas son las adecuadas para ti, no dudes en acudir a un experto joyero; con sus años de experiencia seguramente tiene un buen consejo para compartir.

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